Durante un día normal en la ciudad de Caracas, un usuario puede ver montarse en un transporte público hasta 4 vendedores en una ruta corta.
Los mismo se organizan por turnos para poder abordar las camionetas o por cuadras, destacando que la regla más importante de ellos es no vender los mismos productos del otro.
En su mayoría, venden caramelos, galletas, tostones, lápices y audífonos, mientras que otros se suben simple a pedir colaboración por distintas razones.
Está misma situación se vive también en el Metro de Caracas, dónde los mismo ingresan a escondidas de las autoridades que estén en las estaciones, para ofrecer sus productos una vez que el vagón cierra sus puertas.
Andrea Suárez de 21 años, día a día se dedica a vender su mercancía en las camionetas de la capital del pais, específicamente en la ruta de la Hoyada-La Bandera.
"tengo más de 2 años haciendo esto, ya no me da pena, antes era horrible me quedaba trancada al hablar, vendo caramelos Chao y tostones, no me da mucho pero yo nunca termine el liceo y no puedo conseguir un trabajo formal en otro lado, actualmente me encuentro sacando el bachillerato de noche y paso todo el día trabajando" comentó Andrea a Medios 24/7.
"Ya nadie nos agrede, normal, si nos quieren comprar chévere y si no, intento en otra camioneta y bueno hay días que los camioneteros (choferes de transportes público) no quieren que nos subamos, más en las horas picos porque van muy full, pero igual uno al día hace siempre algo", agregó.
Estos trabajadores informales, se pueden ver no solo en Caracas, si no también en todo los terminales públicos del país, quienes ven en los transportes públicos, la oportunidad para generar un pequeño ingreso que los ayude a sustentar sus hogares.
Alihuska Medina
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